Fimosis. Cómo puede afectar a tus relaciones sexuales

Fimosis. Cómo puede afectar a tus relaciones sexualesLa fimosis es un tipo de trastorno que afecta al prepucio causando dolor cuando se intenta bajar para dejar al descubierto el glande. Este problema se da al nacer, cuando el prepucio del niño es muy estrecho. Es por ello, por lo que se debería de recurrir a una operación para evitar este problema porque, de lo contrario, este niño podría llegar a padecer de fimosis de cara al futuro.

Se puede dar el caso de que la fimosis no sea descubierta hasta que pase el tiempo.

Descubre cómo puede afectar la fimosis a las reacciones sexuales

La fimosis puede provocar muchas complicaciones, por lo que será crucial analizar su evolución.

Estas complicaciones podrían agravarse hasta afectar a la vida sexual del hombre. Estas relaciones pueden hacerse muy complejas y dolorosas, llegando a un punto en el que pueden ser imposibles de mantener.

El orificio del prepucio se podría llegar a rasgar, provocando aquellos dolores que podrían acabar con las relaciones sexuales. Y no sólo eso: en el caso de que se experimentase una erección intensa, el glande podría llegar a forzar el prepucio y llegar a salir finalmente. Si es muy estrecho, podría estrangular al glande, siendo un proceso muy doloroso. El dolor que se experimenta es tan intenso que podría derivar en que el hombre pierda interés por tener relaciones sexuales.

Para tratar la fimosis se debe de pasar por el quirófano. La recuperación es muy dolorosa, pero es la única forma para acabar con el problema.

Ten en cuenta que este problema no sólo puede acabar con tu vida sexual, si no que también podría afectar de una forma caótica a tu autoestima. Si el dolor persiste durante las relaciones sexuales, o si tienes algún tipo de incomodidad, deberías de acudir al médico para que te haga un buen diagnóstico y te recomiende el tratamiento más acertado.

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¿Se pueden mantener relaciones sexuales teniendo fimosis?

Cómo ya hemos comentado, la fimosis nos impide retraer la piel de prepucio, lo que puede ser un problema en la masturbación o al tener relaciones sexuales con penetración. Si este dolor fuera muy intenso, sería imposible llevarlas a cabo.

Ahora bien, si se tiene un grado de fimosis menor, es posible que se sienta un dolor no demasiado intenso (incluso nada de dolor utilizando lubricantes o preservativos), pero esto no quiere decir que sea un proceso carente de riesgos ni mucho menos. Es posible que se produzcan algunas pequeñas grietas o heridas que, con el paso del tiempo, impidan tener sexo y dificulten las relaciones sexuales.

Es importante que no dejemos este problema para más adelante; aunque consigamos tener relaciones satisfactorias, en el momento en el que se detecte alguna molestia, esta debería de ser sopesada por el especialista para determinar hasta qué punto es interesante proceder con una operación de fimosis.

Aunque la operación, y sobre todo el post-operatorio, sean bastante tedioso, a la larga será un beneficio para nuestra salud.